(Horacio Oda XXXII, Lib. I.)
Más cantos, lira mia, te piden y quisiera
ya que te alegré, muy niño, las selvas con tus sones
hoy en latinos metros lanzar nuevas canciones
que en mi pais viviesen un año o dos siquiera.
Tus cuerdas recibieron la inspiración primera
de aquel hijo de Lesbos que en bélicas acciones,
o al conducir, luchando con rudos aquilones,
su nave al puerto, alzaba su voz sensible o fiera,
Y a Baco y a las Musas y a Venus y a Cupido,
que le acompaña siempre, cantó de amor henchido,
y a Lico el de cabellos tan negros cual sus ojos.
Oh lira; honor de Apolo, que alegras los festines
de Júpiter y al hombre disipas los enojos;
ven, y ojalá a pulsarte con gloria me destines!
G. Belmonte Müller
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