Canción de Abderramán
Tú también, insigne palma, eres aquí forastera;
de Algarbe las dulces auras tu pompa halagan y besan.
En fecundo suelo arraigas y al cielo tu cima elevas.
Tristes lágrimas lloraras si cual yo sentir pudieras;
tú no sientes contratiempos como yo, de suerte adversa.
A mi de pena y dolor continuas lluvias me anegan;
con mis lágrimas regué las palmas que el Forat riega,
pero las palmas y el río se olvidaron de mis penas,
cuando mis infaustos hados y de Alabas la fiereza
me forzaron a dejar del alma las dulces prendas.
A ti de mi patria amada ningún recuerdo te queda,
pero yo, triste, no puedo dejar de llorar por ella.
Redacción
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