Niña, niña ¿por qué buscas
por los campos amapolas?
¿No las llevas en tus labios?
¿No las tienes en tu boca?
Y debajo de tus senos,
de tus senos cual palomas,
junto al sitio donde, puros,
tus suspiros de amor brotan,
ese tierno y palpitante
corazón, que ufana alojas,
dime, dime ¿no es lo mismo
que un capullo de amapola?
Dejar una respuesta