Aunque son grandes mis aficiones a todo lo bello, nunca intenté dar expresión a mis ideas con la pluma, porque mi tiempo le empleo, con verdadero afán, si no en dar vida, en manosear al menos un pedazo de tierra, un duro trozo de mármol.
Hoy, sin embargo, trocando estoy el cincel por la pluma, pero lo hago en obsequio del arte, por la pasión que hacia el arte siento, y obligado, además, por la cariñosa invitación que se me ha hecho.
Si el arte tiene un rango tan elevado en el espíritu de los hombres y en la opinión de los pueblos, es porque su misión es grande.
Para hacerse una idea de la importancia de aquél, imagínese lo que serían las grandes naciones si se suprimieran de su historia los monumentos que levantaron a sus sabios, a sus héroes, a sus creencias, los hombres que nos legaron después tina muestra aquí y allá de su poderoso genio.
El arte es útil a la sociedad porque dulcifica las costumbres y la rudeza del hombre.
Vivir por el arte y con el arte es sentir la vida, es elevarse a otra mejor desde la tierra, es el alma de los grandes pueblos.
¡Dichosos los que llegan hasta él!
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